lunes, 9 de diciembre de 2013

Navidad: Una buena ocasión para vivir física y mentalmente saludable

Las salas de emergencia reciben más víctimas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al día siguiente de Navidad que cualquier otro día del año.


¡Navidad! ¡Navidad! ¡Navidad! Ya estamos en Navidad. Y con la celebración llegan las preocupaciones. ¿Dónde reunirnos con la familia? ¿En casa de nuestros hijos o en la de nuestros padres? ¿Invitaremos amigos? ¿Qué regalaremos? ¿Qué nos regalarán? ¿Qué comeremos? ¿Cuál será el menú? Aunque parezca mentira, los últimos días de diciembre son los más estresantes del año. Sabemos que tenemos mucho tiempo durante el año para planificar las fiestas navideñas, sin embargo, el tiempo no es suficiente. Necesitamos buen criterio para hacer de la Navidad una ocasión de vida saludable, tanto física como espiritualmente.
En primer lugar, antes de pensar en el consumo, antes de preocuparnos acerca de “qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos” (S. Mateo 6:31), seamos creativos y consideremos los efectos positivos de dar y compartir. La Biblia dice: “Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintos 9:7). Por tanto, lo primero que tenemos que planificar es una actividad en favor de un necesitado. De alguien que necesita un plato caliente, un abrigo o una compañía en medio de la soledad y el frío del invierno. Las investigaciones han demostrado que amar y ayudar a los demás genera bienestar, longevidad, contrarresta los efectos de la depresión y fortalece el sistema inmunológico. Esto se debe a que, cuando compartimos algo, el cerebro libera en el torrente sanguíneo endorfinas y catecolaminas, las llamadas hormonas de la felicidad. Es asombroso el efecto fisiológico positivo sobre el organismo que produce un acto de bondad.
Por otra parte, las fiestas navideñas producen estrés, porque ya venimos pensando con anticipación en esos kilos de más que ganamos en la entrada del otoño y el invierno. Nos preocupa seguir engordando durante las fiestas. Sin embargo, en Navidad podemos elegir ser moderados y sorprendernos de tener kilos de menos luego que pasó el huracán navideño. La temperancia debe ser un principio de vida para todo el año.
Si nos preparamos con anticipación, podemos vivir saludablemente esta temporada alegre. Planifiquemos un menú adecuado para evitar consecuencias no deseadas. Una comida de Navidad con todos los adornos puede sumar fácilmente unas 4.000 calorías o más, todas disfrazadas de buenas intenciones. Comer de más o participar de una comida pesada es un factor de riesgo de un ataque al corazón. Las investigaciones recientes en este campo revelan que las personas con riesgo de enfermedades cardíacas tienen cuatro veces más posibilidades que otras de sufrir un infarto de miocardio (ataque al corazón) inmediatamente después de haber comido mucho. Se ha documentado que las salas de emergencia reciben más víctimas de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares al día siguiente de Acción de Gracias y Navidad que en cualquier otro del año.
Considere estas sugerencias:
  • No llegue hambriento a la cena de Navidad. Un par de horas antes, coma un aperitivo.
  • No visite a menudo la mesa donde están los bocaditos que se comen con los dedos.
  • Elija las ensaladas.
  • Use un plato pequeño.
  • Pruebe todo lo que desee, pero tome porciones pequeñas.
  • Coma despacio, mientras conversa.
  • No coma postre, o tome una porción pequeña. La fruta es preferible.
  • Evite las bebidas alcohólicas. Elija las bebidas dietéticas o agua mineral.
  • Tome por lo menos un vaso entero de agua.
  • Camine a paso rápido después de la cena para promover la digestión.

Cómo controlar el estrés navideño

El estrés causa vasoconstricción, lo cual puede provocar presión arterial elevada y conducir a problemas cardiovasculares. El estrés le roba la energía física y la posibilidad de experimentar emociones positivas. Usted no quiere que el estrés le robe la felicidad en los días navideños. Por eso, considere estos consejos para evitar el estrés durante las fiestas:
  • Prepare los alimentos anticipadamente.
  • Incluya en el proceso a la familia y los amigos. No lo haga todo usted.
  • Escuche sus canciones favoritas.
  • Camine para descargar el estrés. Haga ejercicio físico.
  • Haga ejercicios de respiración profunda.
  • Realice estiramientos de todas las extremidades, incluso cuando esté sentado en una silla.
  • Multiplique por dos el tiempo que le dedica a la meditación y a la reflexión.
  • Tómese tiempo para meditar en la Palabra de Dios y disfrutar sus bendiciones.
  • Disfrute de algún paseo por el vecindario.
  • Visite a alguien que está solo.
  • Aproveche cada oportunidad para reír y estar alegre con los demás.
La Navidad puede ser la ocasión para vivir con su familia el mejor tiempo del año. También para decidir vivir una vida sana todo el año. Y aún más, para aceptar a Jesús como su Salvador, si aún no lo ha hecho, o renovar los votos con Aquel que nos da el don de la vida eterna.
Por
Deborah Monson y Sofía Puerto

Las autoras, ambas nutricionistas, son docentes adjuntas de la Escuela de Enfermería de la Universidad de Loma Linda, California.
Fuente: el Centinela

Las moras: Las pequeñas frutas olvidadas


Estamos viviendo en una zona de Argentina donde abundan los árboles de moras. Cuando era niña recuerdo que algunas tardes nos subíamos, con otros niños, a unas viejas moreras cerca del barrio y comíamos con mucha alegría y gusto hasta quedar con las manos, boca y ropa de color morado.
Eran esos tiempos donde los kioscos llenos de dulces no abundaban y los niños disfrutaban de esas pequeñas delicias de la vida. También disfrutábamos de las moras blancas, de los nísperos y las mandarinas que las abuelas plantaban en sus huertas.
Hoy en día, estas pequeñas frutas quedan olvidadas tanto por adultos, como por niños. Viajando a diferentes lugares muchas veces vemos frutales cargados de nutritivos frutos, pero olvidados por la gente. Por la zona donde vivimos, con frecuencia vemos que muchas familias de bajos recursos prefieren comprar una gaseosa a exprimir un jugo de pomelo, teniendo varios árboles en su propia casa.
¿Qué tal comenzar a valorar estas pequeñas bendiciones? 
En poco tiempo seremos padres y deseamos poder enseñar a nuestro hijo el valor de estas pequeñas y deliciosas frutas. Si sustituimos los dulces artificiales por éstos beneficiosos frutos, nuestro paladar realmente disfrutará mucho más de lo natural y esto traerá salud a nuestro cuerpo y agilidad a nuestra mente.

Con mi esposo hace uno días vimos unos árboles de mora ¡en su plena producción de frutas!, sus dueños nos dijeron que nadie comía esas moras, así que pidiendo permiso nos pusimos manos a la obra y cosechamos, entre los dos, 2 kilos de esta bendición antioxidante. Para la cena hicimos un rico smoothie (licuado o batido de frutas), y como nos sobraban muchas, luego de limpiarlas, las congelamos para comerlas en otro momento. (Para hacer otros smoothies o helados naturales)

Smoothie con moras

1/2 vaso de moras
1 vaso de frutillas
2 bananas maduras
1/2 vaso de agua

Modo de preparación: Colocar todos los ingredientes en la licuadora y procesarlos por unos segundos. 




"Sería bueno que cocinásemos menos y comiésemos más frutas al natural. Enseñemos a la gente a hacer consumo copioso de uvas, manzanas, duraznos y peras en estado fresco, así como de toda otra clase de fruta que se pueda obtener. Prepárense dichas frutas para el consumo invernal poniéndolas en conserva, usando vidrio, hasta donde sea posible, en vez de latas." Ellen White, Consejos sobre régimen alimenticio, pág. 366

jueves, 3 de octubre de 2013

Los 9 Alimentos que Nunca Debería Comer


Por el Dr. Mercola
Muchos alimentos han sido fuertemente promovidos como saludables, cuando no son nada más que alimentos chatarra o “junk foods” perniciosos. En el artículo presentado, Clean Plates1 fundador de Jared Koch compartió su lista de nueve alimentos básicos que no son nada buenos para usted, contrariamente a lo que le han hecho creer.
Aquí, ampliare un poco más las opciones que se mencionan en el artículo publicado.

1. Tomates o Jitomates Enlatados

Muchas marcas líderes de alimentos enlatados contienen BPA – un químico tóxico vinculado con anormalidades reproductivas, efectos neurológicos, aumento del riesgo de cáncer de mama y de próstata, diabetes, enfermedades del corazón y otros problemas serios de salud. Según las pruebas del Cosumer Reports sólo un par de porciones de comida enlatada puede exceder los límites seguros de exposición diaria en los niños.
La alta acidez - una característica prominente de los tomates – hace que el BPA se filtre en los alimentos. Para evitar esta sustancia química peligrosa, evite los alimentos enlatados por completo y consuma frutas y vegetales frescos, o en su lugar, compre marcas que utilicen envases de vidrio -especialmente con alimentos ácidos como el tomate.

2. Carnes Procesadas “Embutidos”

Como lo advierte Koch, las carnes procesadas como el salami, jamón y carne asada son generalmente hechas con carnes de animales criados en granjas de operaciones concentradas de alimentación de animales (CAFOs por sus siglas en ingles).
Esto significa que son alimentados con hormonas de crecimiento, antibióticos y otros medicamentos de uso veterinario, y fueron criados en condiciones deplorables que promueven enfermedades, estas carnes también están cargadas de nitrito de sodio (un conservador comúnmente utilizado y agente antimicrobiano que también le da color y sabor) y otros aromas y colorantes químicos.
Los nitritos pueden convertirse en nitrosaminas en el cuerpo, las cuales son potentes sustancias químicas que causan cáncer. La investigación ha vinculado el nitrito con mayores tasas de cáncer colorrectal, cáncer de  estómago y cáncer de páncreas. Pero eso no es todo, la mayoría de las carnes procesadas también contienen otros productos químicos que promueven el cáncer que se crean durante la cocción. Estos incluyen:
  • Aminas Heterocíclicas (HCAs por sus siglas en inglés) son compuestos peligrosos creados en las carnes y otros alimentos que han sido cocinados a altas temperaturas. Según la investigación, las carnes procesadas están claramente asociadas con un mayor riesgo de cáncer de estómago, de colon y de mama.
  • Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (HAPs por sus siglas en inglés): Muchas carnes procesadas son ahumadas como parte del proceso de curado, lo que hace que se forme “HAP”. El HAP también se puede formar cuando los alimentos se cocinan en la parrilla, cuando las gotas de grasa caen sobre el carbón, causan un exceso de humo, y el humo rodea a los alimentos y puede transferir el cancerígeno HAP a la carne.
  • Productos Finales de Glicación Avanzada (AGEs por sus siglas en inglés): Cuando los alimentos se cocinan a altas temperaturas - incluyendo la pasteurización o esterilización - aumenta la formación de AGEs en los alimentos. Los AGEs se acumula en su cuerpo causando con el tiempo estrés oxidativo, inflamación y un aumento del riesgo de enfermedades del corazón, diabetes y enfermedad renal.
La verdad es que las carnes procesadas no son una opción saludable para ninguna  persona y deben ser evitadas por completo, según una revisión hecha en el 2011 de más de 7,000 estudios clínicos que examinan la relación entre la alimentación y el cáncer. El encargado del informe fue The World Cancer Research Fund2 (WCRF por sus siglas en ingles), el cual utilizó fondos obtenidos por el  público en general. Por lo tanto los resultados no fueron influenciados por intereses creados, esto lo hace más fiable.
Es la mayor revisión de la evidencia jamás realizada, confirma los resultados anteriores: Las carnes procesadas aumentan el riesgo de cáncer, especialmente de cáncer de colon, y ninguna cantidad de carne procesada es "segura". Lo ideal para usted seria alejarse de las carnes procesadas y optar por carnes orgánicas, de pastoreo o salmón silvestre “wild caught”.

3. Margarina

El lamentable resultado de la popular dieta baja en grasas ha sido que las grasas saludables - como la mantequilla - son evitadas y la salud pública ha disminuido como resultado de esta locura. Hay una gran variedad de componentes no saludables en las margarinas y otros impostores de la mantequilla, que incluyen:
  • Grasas trans: Estas grasas no naturales en la margarina, manteca vegetal  y pastas para untar se forman durante el proceso de hidrogenación, que convierte los aceites vegetales líquidos en una grasa sólida. Las grasas trans contribuyen a enfermedades del corazón, cáncer, problemas en los huesos, desequilibrio hormonal, enfermedades cutáneas, infertilidad, problemas en el embarazo y problemas con la lactancia, bajo peso al nacer, problemas de crecimiento y problemas de aprendizaje en los niños. Un panel de científicos gubernamentales de los Estados Unidos determino que las grasas trans hechas por el hombre no son seguras en ningún nivel.
  • Radicales libres: Los radicales libres y otros productos de descomposición tóxicos son el resultado de la alta temperatura del procesamiento industrial de los aceites vegetales. Ellos contribuyen a numerosos problemas de salud, incluyendo cáncer y enfermedades del corazón.
  • Emulsionantes y conservadores: Numerosos aditivos de dudosa seguridad son agregados a las margarinas y pastas para untar. La gran parte de la manteca vegetal se estabiliza con conservadores  como el BHT.
  • Hexano y otros disolventes: usados ​​en el proceso de extracción, estos productos químicos industriales pueden tener efectos tóxicos.
La mantequilla tradicional, hecha de leche de vacas alimentadas con pastura, es rica en una sustancia llamada ácido linoleico conjugado (CLA). El CLA no sólo es conocido por ayudar a combatir el cáncer y la diabetes, puede incluso ayudarle a bajar de peso, no contienen los sustitutos de grasas trans. Gran parte de la razón por la que la mantequilla es menospreciada se debe a su contenido de grasa saturada. Si usted todavía sigue creyendo que la grasa saturada es perjudicial para su salud, por favor lea la sección de las grasas saludables de mi Plan de Nutrición Avanzado para aprender el por qué las grasas saturadas son realmente buenas para usted.

4. Aceites Vegetales

De todos los alimentos dañinos que disponemos, los hechos con aceites vegetales calientes son algunos de los peores. No se equivoque al respecto – los aceites vegetales no son los alimentos saludables que a usted lo han hecho creer. Esto se debe en gran parte al hecho de que son altamente procesados ​​y cuando se consumen en grandes cantidades - ya que  la mayoría de los estadounidenses los consumen -- distorsionan gravemente la importante relación de grasas omega-6 y omega-3. La relación ideal es de 1:1.
Cada vez que cocina un alimento existe el riesgo de crear daños inducidos por el calentamiento. Los aceites con los que decida cocinar deben ser lo suficientemente estables como para resistir los cambios químicos al ser calentados a altas temperaturas, o de lo contrario corre el riesgo de dañar su salud. Una de las formas en que los aceites vegetales pueden causar daño es mediante la conversión de colesterol bueno en colesterol malo — al oxidarlo. Al cocinar con aceites vegetales poliinsaturados (como el aceite de canola, maíz y soya) el colesterol oxidado es introducido en su sistema.
A medida que el aceite se calienta y se mezcla con el oxígeno, se hace rancio. El aceite rancio es aceite oxidado y no debe ser consumido, ya que conduce directamente a la enfermedad vascular. Las grasas trans se introducen cuando estos aceites son hidrogenados, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como el cáncer de mama y enfermedades del corazón.
¿Cuál es el mejor aceite para cocinar?
De todos los aceites disponibles, el aceite de coco es el mejor aceite para cocinar, debido a que es virtualmente una grasa completamente saturada, lo que significa que es mucho menos susceptible al daño por el calentamiento. Y el aceite de coco es una de las grasas más singulares y benéficas para su cuerpo. Para obtener más información sobre los muchos beneficios del aceite de coco, consulte este reporte especial. El aceite de oliva, si bien claramente es un aceite saludable, se daña fácilmente por el calentamiento, mejor viértalo sobre las ensaladas.

5. Palomitas de Maíz en Microondas

Los perfluoroalquilos, que incluyen el ácido perfluorooctanoico (PFOA) y el sulfonato de perfluorooctano (PFOS), son productos químicos utilizados para impedir que la grasa se filtre a través de la bolsa de los alimentos, estos son ingeridos por las personas a través de sus alimentos y se presentan como contaminantes en la sangre. Las bolsas de palomitas de maíz de microondas están llenas de PFOA y al ser calentadas, los compuestos se filtran en las palomitas de maíz.
Estas sustancias químicas son parte de un grupo cada vez mayor de productos químicos comúnmente conocidos como"productos químicos de flexión de género" , ya que pueden alterar el sistema endocrino y afectar las hormonas sexuales. La EPA denomina a los PFCs como "probables cancerígenos", y ha manifestado que el PFOA "posee riesgos desarrollo y reproducción en los seres humanos". Los investigadores también han vinculado varios PFCs a una serie de otros peligros para la salud, tales como:
  • Infertilidad - Un estudio publicado en la revista Human Reproduction3 descubrió que tanto el PFOA como los PFOS (sulfonato de perfluorooctano), aumentaron considerablemente las probabilidades de infertilidad. El PFOA se vinculó con un aumento del 60 al 154 por ciento en el riesgo de infertilidad.
  • Enfermedad de la tiroides - Un estudio realizado en4 encontró que el PFOA puede dañar el funcionamiento de la tiroides. Las personas con las más altas concentraciones de PFOA tuvieron más del doble de probabilidades de desarrollar enfermedad de la tiroides, en comparación con las personas con las menores concentraciones de PFOA. La tiroides contiene proteína tiroglobulina, que se une al yodo para formar hormonas, que a su vez influyen esencialmente en todos los órganos, tejidos y células del cuerpo. Las hormonas tiroideas también son necesarias para el crecimiento y el desarrollo en los niños. La enfermedad de la tiroides, si no se trata, puede conducir a enfermedades del corazón, infertilidad, debilidad muscular y osteoporosis.
  • Cáncer - PFOA se vinculó con tumores en al menos cuatro órganos diferentes en las pruebas con animales (hígado, páncreas, testículos y glándulas mamarias en ratas), y se ha asociado con incremento en el cáncer de próstata en trabajadores de la planta de PFOA.
  • Problemas del sistema inmunológico - Varios estudios realizados por científicos en Suecia indican que los PFCs tienen un efecto adverso sobre el sistema inmunitario. Como se describe en un informe sobre los PFCs por el Grupo de Trabajo Ambiental (EWG por sus siglas en ingles), se descubrió que PFOA disminuyó todas las subpoblaciones inmunes celulares estudiadas, en el timo y el bazo, y causo  inmunosupresión.
  • Aumento de los niveles de colesterol LDL - Un estudio hecho en el 2010 en la revistaArchives of Pediatric & Adolescent Medicine5 descubrió que los niños y los adolescentes con los niveles más altos de PFOA tuvieron niveles más altos de colesterol total y LDL o colesterol "malo", mientras que el PFOS se asoció con un aumento de colesterol total, incluyendo tanto colesterol LDL y el HDL o colesterol "bueno".
Le recomiendo encarecidamente evitar cualquier producto que contenga estos compuestos tóxicos, especialmente utensilios de cocina antiadherentes, pero también alimentos vendidos en envases a prueba de grasa, como la comida rápida y las palomitas de microondas. Es evidente que si usted consume comida rápida o comida chatarra “junk”, los PFCs de la envoltura pueden ser el menor problema, pero creo que todavía es importante entender que no nada más está consumiendo alimentos sin ningún valor nutricional, los contenedores pueden también agregar su carga tóxica.

6. Papas No Orgánicas y Otros Productos Frescos, Conocidos por su Alta contaminación de Plaguicidas

Su mejor opción es comprar únicamente frutas y vegetales orgánicos, ya que los agroquímicos sintéticos no son permitidos bajo las normas orgánicas de la USDA. Dicho esto, no todas las frutas y vegetales cultivados convencionalmente son sometidos a la misma cantidad de carga de plaguicidas. Mientras que Koch se centra en las papas, ya que tienden a absorber una gran cantidad de pesticidas y otros productos agroquímicos presentes en el suelo, le recomiendo revisar la "Guía del Comprador Sobre Plaguicidas en los Productos"6 hecho por el Grupo de Trabajo Ambiental.
De las 48 categorías diferentes de frutas y vegetales analizados por el EWG para la guía de 2013, las siguientes 15 frutas y vegetales tuvieron la mayor carga de plaguicidas, las cuales son las más compradas o cultivadas orgánicamente:
ManzanasApioTomates cherry
PepinosUvasChiles
Nectarinas (importados)DuraznosPatatas
EspinacasFresasPimientos morrones
Col rizadaCollard greens “col silvestre”Summer squash

En contraste, se encontró que los siguientes alimentos tienen la carga de plaguicidas residual más baja, por lo que son los vegetales más seguros cultivados convencionalmente. Tenga en cuenta que una pequeña cantidad de maíz y papaya hawaiana, aunque contienen cantidades bajas de pesticidas, son transgénicas o genéticamente modificados (GM). Si no está seguro de que el maíz dulce o papaya son variedades  transgénicas, le recomiendo optar por variedades orgánicas:
EspárragosAguacateCol
MelonMaíz dulce (no transgénico)Berenjena
ToronjaKiwiMango
HongosCebollasPapayas (non-transgénicas. La mayoría de las  papayas hawaianas son transgénicas)
PiñaChicharos  (congelados)Papas dulces

7. Sal de Mesa

La sal es esencial para la vida, no se puede vivir sin ella. Sin embargo, la "sal de mesa" regular y la sal encontrada en alimentos procesados ​​no es la misma sal que su cuerpo realmente necesita. De hecho, la sal de mesa no tiene prácticamente nada en común con la sal natural. Una de ellas daña la salud, mientras que la otra lo beneficia.
  • La sal procesada es 98 por ciento de cloruro de sodio, y el dos por ciento restante incluye productos químicos hechos por el hombre, tales como absorbentes de humedad y un poco de yodo añadido. Estas son sustancias químicas peligrosas como el ferrocianuro y aluminosilicato. Algunos países europeos, en donde no se practica la fluoración del agua, también agregan fluoruro a la sal de mesa.
  • La sal natural es aproximadamente 84 por ciento de cloruro de sodio. El 16 por ciento restante de la sal natural se compone de otros minerales de origen natural,  minerales como el silicio, fósforo y vanadio
Teniendo en cuenta que la sal es absolutamente esencial para la buena salud, le recomiendo cambiar a una sal pura, sin refinar. Mi favorita es la sal de mar del Himalaya. La sal del Himalaya es completamente pura, después de haber pasado muchos miles de años madurándose a presión tectónica extrema, lejos de impurezas, no está contaminada con metales pesados ni​ con las toxinas industriales de hoy en día. Y es  extraída a mano y mínimamente procesada. La sal del Himalaya es el 85 por ciento de cloruro de sodio, el 15 por ciento restante contiene 84 trazas de minerales de nuestros mares prehistóricos. La sal natural sin refinar es importante para muchos procesos biológicos, incluyendo:
  • Es un componente importante en su plasma sanguíneo, fluido linfático, fluido extracelular e incluso líquido amniótico
  • Contiene nutrientes dentro y fuera de las células
  • Mantiene y regula la presión arterial
  • Aumenta las células gliales en el cerebro, que son responsables para el pensamiento creativo y la planificación a largo plazo
  • Ayuda a que su cerebro se comunique con los músculos, para que se pueda mover según lo indicado mediante el intercambio iónico de potasio-sodio.
Aunque la sal natural sin procesar tiene muchos beneficios para la salud, no quiere decir que se debe utilizar con impunidad. Otro factor importante es la relación de potasio a sodio en su alimentación. El desequilibrio de esta relación no sólo puede conducir a la hipertensión (presión arterial alta) y otros problemas de salud, incluyendo enfermedades del corazón, pérdida de memoria, disfunción eréctil y más. 
La manera más fácil de evitar este desequilibrio es evitando los alimentos procesados, que son notoriamente bajos en potasio, pero altos en sodio. En cambio, coma una dieta a base de alimentos enteros, idealmente alimentos cultivados orgánicamente para asegurar el contenido óptimo de nutrientes. Este tipo de alimentación, proporcionara naturalmente cantidades mucho más elevadas  de potasio en relación con el sodio.

8. Proteína Aislada de Soya y Otros Productos de Soya Fermentados

Lamentablemente, casi todo lo que le han hecho creer los medios de comunicación sobre la soya es simplemente falso. Uno de los peores problemas con la soya se deriva a causa de que el 90 al 95 por ciento de la soya cultivada en los Estados Unidos es transgénica o genéticamente  modificada (GM), y esta es utilizada para crear la Proteína Aislada de Soya. La soya transgénica está diseñada a ser "Roundup Ready", que significa que está diseñada para soportar otras dosis letales de herbicidas.
El ingrediente activo en el herbicida Roundup se llama glifosato, que es responsable de la interrupción del delicado equilibrio hormonal del ciclo reproductivo femenino. Lo que es más, el glifosato es tóxico para la placenta, que es responsable de entregar los nutrientes vitales de la madre al niño, y de eliminar los productos de desecho. Una vez que la placenta ha sido dañada o destruida, el resultado puede ser un aborto involuntario. En los niños nacidos de madres que han estado expuestas a incluso una pequeña cantidad de glifosato, pueden presentar graves  defectos congénitos.
El daño por el mecanismo del glifosato fue recientemente identificado, y muestra cómo este químico altera la función celular e induce muchas de nuestras enfermedades modernas, incluyendo el autismo. La proteína aislada de soya puede encontrarse en las barras de proteína, substitutos de alimentos, bebidas de frutas, sopas y salsas, análogos de la carne, productos para hornear, cereales para el desayuno y algunos suplementos alimenticios.
Incluso si usted no es vegetariano y no utiliza leche de soya o tofu, es importante leer cuidadosamente las  etiquetas de los productos. Hay tantos nombres diferentes para los aditivos de soya, podría estar llevando a casa un producto a base de soya transgénica sin siquiera darse cuenta. La Dra. Kaayla Daniel experta en la soya,  ofrece un informe especial gratis7, "Where the Soys Are” (¿Dónde se encuentra la Soya?) en su sitio Web. En él se enumeran los muchos "alias" que la soya podría estar escondiendo debajo de las listas de ingredientes - palabras como "bouillon", "sabor natural" y "proteína vegetal texturizada".
Además de la proteína aislada de soya, lo mejor sería evitar todos los productos de soya sin fermentar si valora su salud. Miles de estudios han relacionado la soya sin fermentar con la desnutrición, trastornos digestivos, desintegración del sistema inmune, disfunción tiroidea, deterioro cognitivo, trastornos reproductivos e infertilidad, incluso cáncer y enfermedades del corazón.
La única soya con beneficios para la salud es la soya orgánica que haya sido debidamente fermentada, y estos son los únicos productos de soya que recomiendo consumir. Después de un largo proceso de fermentación, los niveles de "anti-nutrientes" y fitato de la soya se reducen, y sus propiedades benéficas están disponibles en su sistema digestivo. 

9. Endulzantes Artificiales

Contrariamente a la creencia popular, los estudios han encontrado que los endulzantes artificiales como el aspartame pueden estimular el apetito, aumentar los antojos por carbohidratos, y estimular el almacenamiento de grasa y aumento de peso. En uno de los más recientes estudios8, se descubrió que la sacarina y el aspartame causan un mayor aumento de peso que el azúcar.
El aspartame probablemente es el más problemático. Está compuesto principalmente de ácido aspártico y fenilalanina. La fenilalanina ha sido modificada sintéticamente para llevar a un grupo metilo, que proporciona la mayoría de su dulzura. Ese vínculo metil fenilalanina, llamado un éster de metilo, es muy débil, lo que permite que el grupo metilo en la fenilalanina se rompa fácilmente y se forme metanol.
Probablemente ya escucho la afirmación de que el aspartame es inofensivo ya que el metanol también se encuentra en frutas y vegetales. Sin embargo, en las frutas y vegetales, el metanol está firmemente unido a la pectina, lo que permite pasar de forma segura a través de su tracto digestivo. No es así con el metanol creado por aspartame, no está ligado a nada que le pueda ayudar a eliminarlo de su cuerpo.
El metanol actúa como un caballo de Troya, es llevado por todos los tejidos sensibles de su cuerpo, como el cerebro y la médula ósea, donde la enzima de alcohol deshidrogenasa (ADH por sus siglas en inglés) la convierte en formaldehído, que causa estragos en las proteínas sensibles y el ADN. Todos los animales, excepto los seres humanos tienen un mecanismo de protección que permite que el metanol se convierta en ácido fórmico inofensivo. Es por ello que las pruebas de toxicología en animales son un modelo imperfecto. No se aplica plenamente a las personas.

Directrices para la Alimentación Saludable

Cualquier alimento que usted desee comer, ya sea orgánico o cultivado localmente, ya sea de su supermercado local o mercado de agricultores, las siguientes son señales de un alimento saludable de alta calidad. A menudo, el mejor lugar para encontrar estos alimentos es de un grupo de agricultura sostenible en su área. También puede revisar mi Plan de Nutrición gratuito para comenzar hoy mismo un programa de alimentación saludable:
  • Cultivado sin pesticidas y fertilizantes químicos (los alimentos orgánicos se ajustan a esta descripción, pero también lo hacen algunos alimentos no orgánicos)
  • Que no sean transgénicos o genéticamente modificados
  • Que no contengan hormonas de crecimiento, antibióticos u otros fármacos
  • Que no tengan nada artificial, ni conservadores
  • Que sean fresco (si tiene que elegir entre los productos orgánicos marchitos o productos convencionales frescos, estos últimos pueden ser su mejor opción, ya que la frescura es importante para el contenido óptimo de nutrientes)
  • Que no sean cultivados en una granja industrial
  • Que sean cultivados de acuerdo con las leyes de la naturaleza en mente (que los animales se alimenten de acuerdo con sus dietas nativas, no con una mezcla de granos y subproductos de origen animal, y que tengan libre acceso a actividades al aire libre)
  • Que  sean cultivados de manera sostenible (utilizando cantidades mínimas de agua, protegiendo el suelo de las quemas, y que convierta los desechos animales en fertilizantes naturales en lugar de  contaminantes ambientales)
Fuente: Mercola . com

lunes, 16 de septiembre de 2013

¡No le eche sal!


A la hora de la cena en toda Norteamérica, ya sea que comamos en casa o fuera de casa, el salero es un objeto prominente en la mesa. Sin siquiera probar su comida, algunas personas inician su conversación con “pásame la sal por favor”, para luego esparcir los cristalitos blancos sobre sus alimentos.
El uso de la sal es un hábito para muchos, y usarla con exceso puede crear problemas serios de salud, entre los cuales se encuentran la diabetes, la hipertensión, las cataratas, las piedras en los riñones, la osteoporosis y el cáncer del estómago. Esta es una lista considerable de achaques, y todo se debe a la indulgencia del deseo aparentemente inofensivo de consumir alimentos con más sabor.

La sal “buena”

La sal, o el cloruro de sodio, se encuentra naturalmente en muchos alimentos y también en el agua. Incluso los vegetales tienen sodio. No debiéramos criticar demasiado la sal, porque tiene su lado positivo, y a lo largo de la historia ha demostrado su valor como agente preservador. La Biblia menciona que los israelitas utilizaban la sal para darle sabor a sus alimentos y también la usaban en los cultos del templo (Job 6:6; Levítico 2:13). El profeta Eliseo una vez esparció sal sobre una fuente contaminada y transformó las aguas amargas en agua fresca que los habitantes de Jericó pudieran beber (2 Reyes 2:19-22). En el Nuevo Testamento se emplea el término sal de la tierra, que se aplica positivamente a la persona que vive con humildad según los principios del reino de Cristo (S. Mateo 5:13).
En los tiempos modernos, la sal recibe el elogio de los cocineros, que a veces usan una pizca para evitar que el merengue de los pasteles sea demasiado azucarado, o para prevenir que la cáscara de los huevos cocidos se raje totalmente.
También tenemos el beneficio preventivo de la sal yodada, especialmente para los niños que viven en áreas como los Grandes Lagos, donde no hay yodo en la tierra y por lo tanto tampoco lo contienen los cultivos de la zona.
Los científicos nos dicen que el cuerpo humano necesita sal para regular su balance de ácido. La presencia de la sal asegura que los fluidos en nuestro cuerpo contengan la cantidad óptima de ácido.

La sal “mala”

El problema está en que la mayoría de la gente necesita únicamente unos dos gramos de sal por día, alrededor de una cucharadita. Sin embargo, las personas que viven en el mundo industrializado comen más de cinco veces la cantidad necesaria para mantener una buena salud.
Afortunadamente, nuestros riñones pueden manejar el exceso de sal y eliminar un 90 por ciento de la sal sobrante por medio de la orina, pero esto sucede hasta los 50 o 60 años de edad. Después, ya no funcionan tan bien.
Los nutricionistas están convencidos de que no nacimos con el deseo de consumir sal. Es algo que desarrollamos, y mientras más comemos, más la deseamos.
Los estudios revelan que los habitantes del sur de los Estados Unidos consumen la mayor cantidad de sal, y tienen los niveles más elevados de alta presión en el país. Los que viven en la parte oeste comen la menor cantidad de sal, y tienen menos casos de hipertensión que los habitantes de otras partes del país.
La Asociación Americana del Corazón dice que disminuir el consumo de sodio en la dieta es una buena idea, pero la mayoría hace el cambio únicamente cuando tiene que hacerlo. Lo hacen cuando sus médicos le dicen que tienen que hacerlo debido a la alta presión. Cabe decir que para tener una mejor salud, conviene comenzar a reducir el uso de sal cuanto antes.
Las investigaciones muestran que 74,5 millones de norteamericanos tienen alta presión. También nos dicen que una de las mejores maneras de tratar la hipertensión es reducir la cantidad de sal en la dieta.
Tenemos que estar atentos, porque la sal se encuentra por todas partes y casi en todo lo que consumimos. El conocido autor de libros de cocina, Donald Gazzaniga, emplea la frase “sodio oculto” para agudizar nuestra percepción de que la sal se encuentra en lugares inesperados tales como el bicarbonato, la salsa de soya, la salsa de tomate enlatada y el pan. Se encuentra en la mayoría de los alimentos procesados y en la comida rápida.

No dependa de la sal

Usualmente toma cerca de un mes comiendo menos sal y alimentos bajos en sal para que disminuya el deseo de comer alimentos salados. Pero las personas que reducen la cantidad de sal en sus alimentos se sorprenden de cuán bien sabe la comida con menos sal. Los nutricionistas dicen que esto se debe a que se habían acostumbrados a gustar de la sal y no de los alimentos.
Haga todo lo que pueda para reducir su consumo de sodio. Deje la sal en el salero. ¡Haga usted los ajustes voluntariamente, antes que el médico los haga por usted!

Para reducir el consumo de sal

  1. Lea las etiquetas. Hasta el agua embotellada a veces contiene sal.
  2. No ponga el salero en la mesa. No le eche sal a las papitas.
  3. Coma frutas frescas y vegetales. Son bajos en sal y saludables.
  4. Reemplace la sal con especias y yerbas para cocinar.
  5. No se pase de una cucharadita de sal por día. Elimine las golosinas saladas.
Judith P. Nembhard, Ph.D., ha sido profesora y administradora universitaria, y escribe desde Chattanooga, Tennessee.
Fuente: el Centinela

jueves, 5 de septiembre de 2013

El triunfo de la familia


Los cambios que han perjudicado a la familia durante las últimas décadas han dejado un extraordinario saldo de víctimas, especialmente entre los niños y jóvenes.
Un estudio de 1988 reveló que más del 80 por ciento de los adolescentes en hospitales psiquiátricos proviene de hogares deshechos.1 Aproximadamente tres de cada cuatro suicidios ocurren dentro de hogares donde uno de los padres se ha ausentado.2 Un estudio de los habitantes de la isla de Kauai encontró que cinco de cada seis delincuentes provienen de familias donde falta uno de los padres.3 Incluso se ha comprobado que los niños que reciben atención positiva de ambos padres tienen mejores calificaciones en pruebas de lenguaje y matemática que los que viven en hogares con un solo progenitor.4 Otro dato importante es que los padres que asisten a servicios religiosos se involucran más en la vida familiar y contribuyen positivamente al bienestar de sus hijos.5
Es obvio que la familia tradicional de padre y madre en el hogar es mejor. Los niños, primeramente, y la sociedad, después, son los más beneficiados. En ese sentido, los tiempos pasados pudieron haber sido mejores.
No es que Dios no tenga en cuenta a los solitarios; todo lo contrario, pero el Señor inventó la familia y se relaciona con la humanidad muchas veces en términos de núcleos familiares. En el comienzo Dios creó a Adán y le dio la función de clasificar la creación y darles nombres a los animales. Y el flamante taxónomo vio que todos los animales tenían pareja, menos él. Esta función le hizo sentir la necesidad de una compañera, de una “ayuda idónea”. Cuando Dios le proveyó una compañera en un acto de clonación divina, Adán ya conocía lo que era sentirse solo, el único en su clase, sin nadie ni nada que lo comprendiese plenamente, excepto el Creador. Allí, en el verdor de su lujuriante hogar, Adán y Eva formaron la primera pareja, y con la llegada del pequeño Caín, la primera familia.
Los primeros capítulos de Génesis comienzan con un árbol genealógico de hombres y familias; y cuando la tierra sucumbe a la violencia y la corrupción, Dios escoge a una familia, la de Noé, para preservar la raza humana. Luego separa a Abraham y a su mujer para formar un nuevo pueblo. Muchos están familiarizados con la antigua epopeya y sus protagonistas: Sara, Lot, Agar, Ismael, Isaac, Rebeca, Jacob, Raquel, Lea, Esaú.
Cuando Dios promulga su ley, la familia nuevamente ocupa un lugar de prominencia. En el segundo mandamiento, Dios habla de las consecuencias de nuestros actos sobre nuestros hijos y descendientes. En el cuarto mandamiento, Dios especifica que toda la familia debe reposar el sábado: “No hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo… ni tu extranjero que está dentro de tus puertas” (Éxodo 20:8-11). El quinto mandamiento nos pide que honremos a nuestros padres, el séptimo prohíbe el adulterio y el décimo nos invita a contentarnos con nuestra familia y circunstancias. De diez edictos, cinco aluden a la familia.
En realidad, no solo honrar a nuestros padres produce bendición, sino que la familia misma, su existencia y el apoyo que significa son una de las mayores bendiciones otorgadas por Dios a los seres humanos.
La familia es el lugar donde los seres humanos aprendemos el amor y la tolerancia. El énfasis en el individualismo y el materialismo ha atentado contra el ingrediente básico del amor verdadero: la dadivosidad. En la Biblia y en el plano humano, amar es dar. Según Fromm, el amor capacita al hombre a “superar su sentimiento de aislamiento... En el amor se da la paradoja de dos seres que se convierten en uno y, no obstante, siguen siendo dos”.6 El amor permite que podamos aceptarnos y unirnos a pesar de nuestras diferencias.
Por eso, el principio del amor debiera regir la vida familiar. Hemos de amar a nuestro cónyuge y a nuestros hijos. Honramos a nuestros padres, amándolos. El amor a nuestros seres queridos se manifiesta en el respeto, la consideración, la protección, el cuidado, el diálogo, etc. Este amor que va y viene entre padres e hijos produce personas con mayores recursos psicológicos y sociales, que están mejor preparadas para aceptar los profundos desafíos de la vida moderna. ¡Cuánto mejores serían los hogares si cada padre y madre dijera como Josué: “Yo y mi casa serviremos a Jehová”! (Josué 24:15).


por Miguel A. Valdivia
1Jack Block, et al. “Parental Functioning and the Home Environment in Families of Divorce”, Journal of the American Academy of Child and Adolescent Psychiatry, p. 27 (1988).



El autor es el director de EL CENTINELA.
FUENTE: el Centinela
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