Algunos estudios anteriores ya había relacionado el consumo elevado de frutas y verduras con un menor riesgo de accidente cerebrovascular; ahora, este trabajo es el primero en examinar la asociación entre frutas y verduras, en función de su color, con el riesgo de accidente cerebrovascular.
El color de la parte comestible de las frutas y verduras refleja la presencia de compuestos fitoquímicos beneficiosos, como los carotenoides y flavonoides.
Cuestionarios
Los investigadores de la Universidad de Wageningen (Holanda) examinaron la relación entre el consumo de frutas y verduras y la incidencia de ictus a los 10 años en una población de 20.069 adultos, con una edad media de 41 años. Los participantes no padecían enfermedades cardiovasculares al inicio del estudio y completaron un cuestionario sobre alimentación de 178 ítems sobre el consumo de estos alimentos.
Las frutas y verduras se clasificaron en cuatro grupos de en función de sus color:
Verde, como las verduras de hoja, coles y lechugas.
Naranja/Amarillo, que eran en su mayoría cítricos.
Rojo/verde, que eran en su mayoría verduras rojas.
Blancas, de los cuales el 55% eran manzanas y peras.
Frutas blancas
Durante los 10 años de seguimiento del estudio se produjeron 233 ictus. El consumo de frutas verdes, naranja/amarillo y rojo, así como el de verduras no se relacionaba con el riesgo de accidente cerebrovascular. Sin embargo, el riesgo de incidencia de ictus fue del 52% más bajo para las personas con un alto consumo de frutas blancas y verduras en comparación con las personas con un menor consumo.
Según los investigadores, el consumo de 25 gramos al día de frutas blancas y el de verduras se asociaba con una reducción del 9% en el riesgo de accidente cerebrovascular. Una manzana media es de 120 gramos.
«El consumo de frutas podría ser una manera sencilla de prevenir el accidente cerebrovascular», explica Linda M. Oude Griep, autora principal del estudio. « Por ejemplo, comer una manzana al día es una forma sencilla de aumentar la ingesta de frutas blancas y verduras».Además, destaca que comer otras frutas y verduras de otros colores puede proteger contra otras enfermedades crónicas. «Por lo tanto, sigue siendo importante consumir una gran cantidad de estos alimentos ».
Con reservas
Sin embargo, en un comentario que acompaña al trabajo se señala que los datos deben interpretarse con cautela debido a que los cuestionarios en cuanto al consumo de alimentos pueden no ser fiables. Además, «la reducción observada en el riesgo de ictus más se podría deber a un estilo de vida saludable en general de personas que consumen una dieta rica en frutas y verduras », matiza Heike Wersching, del Instituto de Epidemiología y Medicina Social la Universidad de Münster (Alemania).